Cuando hablamos de estimulación sensorial hacemos referencia a la entrada de información del entorno al sistema nervioso a través de los sentidos para elaborar sensaciones y percepciones…
El juego sensorial tiene grandes beneficios en el desarrollo de los niños, desarrolla la creatividad y el juego imaginativo que les permite encontrar una nueva forma de expresión, también les ayuda a concentrarse. Por medio de la manipulación de las bolsitas sensoriales están aprendiendo a expresarse mejor, durante esta actividad procura preguntarles si está frío o caliente, es suave o áspero, pesado o liviano, etc. para ayudar a ampliar el vocabulario de los niños.
Solo necesitamos: bolsas plásticas de cierre hermético (preferiblemente gruesas como las de congelar) y cinta adhesiva gruesa.
Pueden llenarse con materiales diversos: gel de diferentes colores, arena, champú, agua, etc. Y se les puede agregar colorante vegetal, glitter, pequeñas cuentas de plástico o madera, legumbres, lentejuelas, caracoles de mar, pequeños juguetes… En fin, lo que la imaginación sugiera.
Con pinturas de colores y piezas de tela o de papel, los rollos y hueveras de cartón se transforman en figuras de animales, personajes, divertidos juguetes y motivos decorativos, podemos hacerlos clasificados en grupos: granja, selva, insectos, domésticos… y así poder jugar con ellos.
Importante para desarrollar el dominio del equilibrio, control de las diversas coordinaciones motoras, concentración, orientación del espacio corporal y desarrollo cognitivo.
Pintamos flores y árboles de primavera con bastoncillos.
Importante para el desarrollo cognitivo. Recortamos todas las partes y le pegamos velcro por detrás y en el sitio de la cara correspondiente. En la plantilla del cubo podemos pegar o pintar cada una de ellas. El peque tirará el dado y deberá colocar la parte de la cara que toque, ojos, cejas, nariz, boca, orejas y pelo. Si lo plastificáis os durara mucho tiempo.
Nos gusta aprender y escuchar cuentos cortos y sencillos. Aquí os dejamos un ejemplo.
Crearemos nuestras propias botellas sensoriales, solo necesitaremos botellas pequeñas de agua y para rellenarlas podemos usar macarrones, pajitas recortadas, gomas de pelo, botones… Tendremos que pedirle al niño que meta los objetos en la botellas, después las cerramos bien y a jugar. Si echamos agua en alguna de ellas los objetos se moverán lentos.
Las botellas sensoriales son ideales para potenciar la fuerza de la mano y el brazo, desarrollan la capacidad sensorial en especial la auditiva y sensorial y son ideales para fomentar la concentración y atención.
Os dejamos unos ejemplos.
Los materiales son muy sencillos tubos del papel higiénico o bolas hechas de papel de cocina o algodón
Importante para desarrollar el Dominio del equilibrio, Control de las diversas, coordinaciones motoras, concentración, Orientación del espacio corporal y Desarrollo cognitivo.
Os dejamos algunos ejemplos podeis adaptarlos a los materiales que tengais en casa.
Es un juego libre y sensorial, este sería la continuación, para niños a partir de 12 meses o cuando ya empiezan a caminar.
¿Qué aprende el niño con el juego heurístico?
Podemos utilizar cualquier cosa que tengamos por casa, es recomendable que pongamos varias piezas de cada objeto, para después también clasificarlas: Botes vacíos, moldes de galletas, embudos, esponjas, rulos del pelo, cucharas de madera …
¡OS SORPRENDERA LO QUE SE ENTRETIENEN Y SU IMAGINACIÓN!